martes, 24 de abril de 2012

"Intocable"

Hombre blanco millonario paralítico por practicar deportes de riesgo busca asistente que no le compadezca, que le trate como a cualquier otra persona. Nini negro busca que hombre blanco le firme la solicitud de empleo para cobrar el paro. A ambos hombres les gusta la velocidad, la música, el sexo opuesto y los chistes y bromas sobre paralíticos. Uno fuma marihuana por placer y el otro como medicina. Se hacen amigos... tampoco inseparables, digamos que se soportan bien. Uno descubre que trabajar no es malo y aprende nociones básicas de pintura y música clásica. El otro acepta su imagen, pierde el miedo a ligar pese a su aspecto y aprende a mover la cabeza a ritmo de soul con Kool and the Gang y Earth, Wind and Fire.
Fin de la película.
Sé que es injusto hacer esto, se podría hacer con casi cualquier película... pero esta conjunción de clichés me asustaba mucho al entrar en la sala. ¿Podrían pasar por encima de ellos? ¿Podrían dar la vuelta a los tópicos del hombre blanco remilgado amante de la alta cultura y el nini negro barriobajero con problemas? El caso es que no estoy seguro de ello. Me pregunto si tenían un libro de chistes sobre parapléjicos o fueron improvisando sobre la marcha. Es verdad que se cuentan con buen gusto, y con la intención de hacer hincapié en ese valor mencionado al principio de esta crítica, la necesidad de ser considerados normales y dentro del mundo, de romper las barreras de lo políticamente correcto y centrarse en la persona bajo ese problema, hasta ahí estoy de acuerdo, pero no tanto si ese es el punto fuerte de la película, las maneras de reírse de la parálisis de uno y de la incapacidad del otro para cuidar de él. También hay que reconocer que, dentro de los clichés y los tópicos y los lugares comunes, los personajes están escritos con cariño y con relativo buen gusto, trabajados. En cada escena en la que salen hay acción y se contraponen de alguna forma, ya sea por el miedo a volar, por las diferencias culturales, por la forma de ligar, por el arte... en definitiva, lo único que comparten es el sentido del humor y varias caladas... y al final, un respeto del uno por el otro. Quizá esto no hubiera sido posible sin el gran trabajo de los actores, Omar Sy y François Cluzet demuestran una gran intución y muy buen tempo para la comedia, sin grandes alardes, pero con mucho carisma. Los directores, por su parte, no se complican en ningún momento, disfrutando de momentos muy plásticos, como el vuelo en parapente o la persecución en coche, acompañados de música... se puede apreciar que también ellos trabajan con cariño, con cuidado en los detalles. Ahí creo que es donde reside el éxito de la película, quizá la película europea de mayor recaudación del año. En Francia cuidan mucho su cine, también el comercial, y eso se agradece. Cuidan los pequeños aspectos del guión, escena a escena, aunque se adentren en imágenes mil veces vistas por el espectador medio, cuidan la escena y el sonido, las interpretaciones... trabajan con estas películas tomándoselas en serio, ocupándose de que el espectador pueda reír o emocionarse con cada momento de la película. No fue mi caso, pero entiendo que sí lo sea el de otra gente, y me alegra que se haga así este tipo de cine, no sólo el cine con intenciones más profundas merece esfuerzo y cuidado. Me alegro de que se tome esta perspectiva en el cine realizado en Francia, que se lleva viendo ya un tiempo, en contraposición al cine de Hollywood, o al cine comercial hecho en España, que dejan la mayor parte de su esfuerzo en contratar grandes estrellas del cine y de la televisión, como si les diese vergüenza esforzarse en un producto sin grandes aspiraciones culturales, que la gente irá a ver, de todos modos, por sus efectos especiales y las caras bonitas que salen en revistas del corazón.
Para terminar de resaltar esto, quisiera resaltar la primera escena de la película, que choca con todo el resto de cosas que pasan, estoy casi convencido de que me hubiera parecido fuera de lugar si se hubiera situado en su lugar cronológico. Pero tiene sentido al comienzo, incluso choca fuertemente con el espectador, viendo a sus dos protagonistas realizar una acción enormemente inmoral, haciendo al espectador cómplice de ello, haciéndole disfrutar de ello. A partir de ese momento, ya se pueden relajar y apreciar cualquier broma sobre parapléjicos, están atrapados por la película, incapaces de discernir qué comportamiento es correcto o incorrecto, tan sólo saben que se divierten con los personajes. Eso es un buen trabajo, bien estudiado, de las reacciones del público.
Por cierto, no quiero dejar pasar que la historia está basada en hechos reales y el nini no es negro, sino árabe, supongo que argelino... ¿por qué ese cambio de guión? ¿Es más visual trabajar con un hombre blanco y uno negro? ¿O será que sigue habiendo más prejuicios contra una raza y una cultura que contra otra? ¿Es casualidad? Yo lo dejo ahí, por si alguien tiene alguna respuesta...

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