jueves, 19 de enero de 2012

Hunger: la identificación y el punto de vista

¿Qué es el cine y por qué vamos a verlo? Me lo planteo porque últimamente se me han presentado posibles respuestas a esta pregunta, y películas que rebatían esas respuestas. Se supone que el cine es un método de evasión de la realidad, de nuestros problemas, de nuestras vidas y, por tanto, está pensado para entretenernos. Puede que sea así, pero también es cierto que buscamos una identificación con el protagonista, o con algún personaje dentro de la trama y somos ese alguien mientras dura la película, o al menos estamos en su bando, a su lado. Entonces no entramos al cine a salir de nosotros mismos, sino a encontrarnos en las virtudes y peculiaridades de los personajes, ellos son como nosotros y nosotros como ellos... quizá sea ese el motivo de la alegría en los finales felices. Hemos ganado, hemos triunfado sobre las adversidades del mundo ficticio, bien y mal... el mundo real es mucho más difícil. En las películas con final triste nos encontramos afrontando un problema del mundo, a veces nos hace pensar, y otras nos hace disfrutar de otros sentimientos. ¿Por qué no reconocer el placer de la melancolía, el miedo, la nostalgia o el dolor? También existen y hay películas para ellos, también nos hacen compartir el sufrimiento de esos personajes con los que, llegado un momento, somos uno, o al menos, compañeros de viaje. Así, el cine nos puede hacer sentir mejor con nosotros mismos, exteriorizar sensaciones que la vida real nos impide disfrutar... las películas se acaban, la vida no. En realidad, que las películas se acaben es discutible, y la vida siempre llega a su fin, pero me refiero a un corto plazo de tiempo.
Por todo esto, el cine siempre ha sido un gran arma de control social... si se logra identificar al espectador con un personaje y se le incluyen ciertos valores a ese personaje, una gran masa de público se identificará con esos valores. La religión y la política han clamado durante varias etapas de su historia contra el cine por estos motivos... hasta que decidieron utilizarlo. No siempre, por supuesto. Ha sido muy comentado el aumento de la aceptación de la tortura en situaciones extremas por parte del público estadounidense tras la emisión de la serie 24, yo ví la primera temporada y me gustó, creo recordar, aunque no por ello acepté la tortura. Quiero decir con esto que no siempre funciona ni hay que prohibir o censurar el arte, es obvio que cada persona es responsable de lo que piensa, hace y dice. También Batman utiliza la violencia contra el Joker en El caballero oscuro, y es un héroe. ¿O es un antihéroe? De nuevo esa pregunta. Lo que es seguro es que la película está ideada para la identificación con Batman, que utiliza la violencia para superar al Joker, cuando no puede vencerle por las ideas. No es necesariamente mejor que él, es más fuerte. Puede que yo viera otra película que el resto de la gente.
¿Qué sucede si una película te pide desde el comienzo la no identificación con los personajes? ¿Hay cine? ¿Es posible? Attack the block, una pequeña película sobre un ataque alienígena a un barrio marginal inglés, nos muestra a sus protagonistas, unos pandilleros, cometiendo un delito al comenzar la película, no diré cuál para no estropearla a quienes quieran verla. Nos sitúa en su contra desde ahí... ¿Y qué hacemos desde entonces? Yo disfruté y me reí con esa película, e incluso sentí esa identificación en algunos momentos. La magia del cine, supongo.
Hunger es una película complicada de ver, de una crudeza salvaje, con un ritmo pausado que te hace reflexionar cada paso que da y un detallismo inmenso, que hace sentir como real aquello que está pasando. Lo interesante es que no hay ningún protagonista, ni siquiera un protagonista múltiple, coral. Muestra la vida de carceleros y presos en una cárcel de Irlanda del Norte en 1981. Son presos del IRA que se niegan a ser considerados criminales en lugar de presos políticos. Se muestran la brutalidad policial y el terrorismo y ambos sobrepasan los límites de los derechos humanos, mientras la cámara se muestra imparcial, pero cercana. Estamos ante un punto de vista que pretende ser objetivo, aunque probablemente la objetividad no exista fuera de las matemáticas más simples. ¿Y dónde nos sitúa esta película si no con los personajes? Yo diría que viajamos a hombros de un narrador que ve, siente y padece por todos. Vemos la degradación de la vida en nombre de unos ideales a los que no se presta casi importancia, mientras todos miran hacia otro lado ante sus propias barbaridades. No obstante, podemos apreciar y sentir ese dolor de todos ellos ante una situación en la que se encuentran, o en la que se han metido, pero poco importa eso. Se nos muestra una situación que busca un realismo extremo, sin ahorrarse momentos impactantes de mucha violencia y sufrimiento, no aptos para cualquier espectador, en los que la sangre duele tanto en los nudillos como en los labios.
Hunger es otra forma de hacer cine y nos plantea el reto de otra forma de ver cine, sin identificación con los personajes, salvo la que el propio espectador se imponga, un cine reflexivo, duro y de muy buena calidad visual. Es una lástima que no la pueda recomendar, porque no está comercializada en España, la conseguí ver con subtítulos en francés en un DVD para Francia, donde sí hay cabida para estas películas. Suerte que tienen.

2 comentarios:

  1. Bueno chuso,soy Joka, no tengo intención de hacer comentarios respecto a esta entrada, sólo quería decirte que en un blog de cine como es el tuyo, creo que es necesario hacer una entrada sobre el cierre de megaupload

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    1. Pues muy probablemente lo haga, Joka, pero antes tengo que ampliar mi información y ordenar mis ideas... pronto verás esa entrada, de todos modos. ¡Gracias por la aportación!

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