
En esta película de personajes el principal punto débil quizá sea ese, los personajes, y es una losa difícil de llevar. George Clooney no consigue dar todo el abanico de emociones que se espera de ese personaje que se debate entre llorar la pérdida de su mujer o cabrearse por su recién descubierta infidelidad. No es mi actor favorito, generalmente me cuesta creérmelo, le veo demasiado consciente de la presencia de la cámara, artificial... sí hay películas en las que consigue entrar en el personaje y darme una impresión de sus sentimientos, éste no es el caso. En esa falta de expresividad se pierde gran parte del atractivo de Los descendientes, y quizá no sea culpa suya, sino del personaje, del guión. Los personajes secundarios tampoco le ayudan, muchos de ellos aparecen y desaparecen sin pena ni gloria, insulsos y con escaso interés, aportando poco al resto de personajes. Sus hijas dan algo más de si, pero también adolecen de la misma artificialidad de Clooney. Debe de ser difícil trabajar en unos personajes que apenas evolucionan a lo largo de la historia, que no sufren prácticamente ningún cambio. De este tipo de películas se espera una trama de superación, de aceptación al menos de los problemas, y aquí ese cambio es tan débil que apenas se aprecia. Bueno, esto me lleva a pensar que quizá sea más real así, ¿acaso las personas evolucionamos en una semana? ¿Acaso evolucionamos alguna vez? ¿Superamos del todo nuestros traumas, nuestros miedos y problemas? Quiero creer que sí, que por ese motivo esperamos descubrirlo en el cine, para sentirnos seguros y confiados, si George Clooney puede, nosotros también. Sólo que George Clooney no puede, o no tiene tanto que cambiar. Puede que Alexander Payne, director de películas notables como Entre copas, haya tenido miedo al melodrama, gran villano que acecha a los guionistas de cine, y por ello haya estado evitando la mostración de sentimientos fuertes, manteniendo una mano suave durante las escenas más dramáticas, apoyado únicamente por úna música hawaiana que acompaña todo el trayecto, por los bellos paisajes del campo y de las playas de Hawai, por unos primeros planos que resultan poco intensos a mi modo de ver y por una voz en off bastante explicativa, otro enemigo de los guionistas, que se podía haber suprimido y que se va diluyendo según avanza la historia. Payne dirige de manera bastante rutinaria en esta ocasión, con pequeñas muestras de su estilo, que logra mirar los aspectos más normales de la vida cotidiana desde fuera, haciéndonos verlos como extraños, generando humor gracias a ello... pero lo hace en muy contadas ocasiones. Mi sensación es que trata de mostrarnos la vida de gente normal en Hawai, donde la voz en off nos anuncia que no todo es disfrute, aunque luego nadie dé un palo al agua en toda la semana que transcurre la trama.
En fin, que habrá que esperar a la siguiente película de Alexander Payne para disfrutar de su talento, o bien buscar alguna de sus películas anteriores y volver a verla; no debo de ser el único que lo ha pensado porque al terminar la película, saliendo de la sala, he escuchado a otro espectador cantando "Hawai, Bombay...", por lo visto a él la película le había dejado también así de indiferente. O quizá sólo tenía ganas de cantar o quería sacar una sonrisa a su acompañante, quién sabe.
En una entrevista, el director comentó que quería mostrar el Hawai que nadie conoce, el verdadero corazón de los habitantes de isla, alejaranos del tópico de despreocupación acompañado de daiquiris al son de hula-hula. Buen concepto pero algo light. La idea se diluye y tenía más incertidumbre sobre el diseño de la próxima camisa de flores que llevaría Clooney. No obstante, disfruté de la película. Quizá no sea un peliculón, pero si que creo que los personajes están bien construídos, humanos al fin y al cabo. Descenderlos del rango de héroes que superan dificultades mostruosas es lo que hace de su patetismo algo real. Es una historia de una familia sin más... Película para desternillarse, para nada, para llorar, ciertamente tampoco. En el equilibrio está la clave y tiene algunos diálogos agudos que saben sacarde una sonrisa. Yo creo que es recomendable al menos.
ResponderEliminarLittleso! Agradezco tu comentario, y me gusta mucho que lo hayas puesto, porque difiere de mi opinión, y así queda esto más variado y más completo. Muchas gracias y me alegro de que pudieras disfrutar de lo que yo no pude o no supe con "Los descendientes"
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